A veces me descubro mirando las estrellas y buscando a orión entre las demás constelaciones. No sé que tiene esa en concreto, solo recuerdo que es la 1ª constelación que aprendí a reconocer. Alguien me dijo un día: "Mira, ese es el cinturón de orión" y desde entonces yo me imaginé a Orión como un guerrero misterioso que aparecía en mis sueños para ayudarme cuando más lo necesitaba.
La verdad es que todo va bien, no me puedo quejar, pero sigo mirando al cielo, buscando a orión siempre que llego a casa de noche (es decir, siempre) y si hay algo que me preocupa, siempre me alegra tenerle ahi cerca. Lo malo es que no se le puede ver todo el año, al menos no a las mismas horas. Estos días, le veo cuando vuelvo de fiesta alas 5 de la mañana o así, pero en invierno le veo siempre que vuelvo a casa de entrenar en el bolido, dandome su apoyo.
Y diréis: pues vaya chorrada. Y lo cierto es que lo es, pero inexplicablemente sigo mirando a las estrellas siempre que llego a casa, expectante, y me voy mucho más tranquila a la cama si le veo ahi, observandome.
Lo que fue un misterioso guerrero, ahora se ha convertido en un misterioso guerrero samurai, será parte del frikismo de las artes marciales que me rodean desde hace unos años, aunque la verdad es que me ayudan a ver que el Orión que yo busco, el que me ayuda a seguir adelante con mis pekeños problemas que a veces parecen un mundo, está realmente dentro de mí.
Un besin, y buenas noches
Blanca
